miércoles, 19 de octubre de 2016

El diálogo literario

El diálogo es la forma más natural, espontánea y completa que poseemos los seres humanos para comunicarnos, porque las palabras cuentan con el apoyo de los gestos, las posturas, las miradas, etc. Sin embargo, en forma escrita exige la utilización de otros recursos para que la comunicación resulte eficaz. De eso hablaremos hoy.
Capacidad: Identifica en textos literarios las características y los tipos de diálogos.

CARACTERÍSTICAS

  1. •Es la trascripción o recreación de una conversación entre dos o más personas.
  2. •Pueden estar expresados en estilo directo, indirecto o indirecto libre, solos o entremezclados.
  3. •Como hay varios interlocutores que hablan y escuchan alternativamente, el orden de intervención está determinado por una raya o dos puntos colocados delante lo que dice cada uno.
  4. •Las entonaciones e intenciones de los personajes se representan con signos de interrogación y exclamación y puntos suspensivos.
  5. •Para contextualizar al lector, los diálogos van acompañados de descripciones de los personajes y del ambiente.
  6. •El contenido, así como el tono y el nivel del lenguaje se adecuan al contexto y la relación social de los interlocutores.
  7. •Todas las funciones del lenguaje están a disposición de los personajes.
  8. •El tiempo verbal predominante es el presente, llamado presente inmediato o dialógico.
  9. •Además de los contenidos explícitos, puede reflejar contenidos implícitos con informaciones que se sobreentienden o se presuponen.
Ejemplo:

La tumba
(Fragmento)


¡Zas!, una muchacha entró, seguida de un hombre obeso. Ojos vivos, nariz perfecta. Muy bonita. Se hacen las presentaciones. Germaine Noentendí, hija de conocido explorador extranjero.

— Mucho gusto.
— El gusto es suyo.

Nos aconsejan que salgamos a tomar un refresco.

— Encantado.

Camina muy chic. Veinte años, no más. Entramos en el bar.

— Un high.
— Ídem.

Me mira, sonriendo cortésmente. Por supuesto, trata de aquilatarme.

— ¿Pasé?
— ¿Cómo?
— Que si pasé el examen.

Sonríe.

— Sí.
— ¿Con qué calificación?
— Mínima aprobatoria — riendo.
— Aja.
— ¿Y yo?
— Aprobadísima, con mención et all.

Pensé: Esto no va del todo mal. Llega el mesero con los whiskies. Ahora, las preguntas de rigor. Comienza la ronda de siempre.

— ¿Cómo te llamas?
— Gabriel Guía es el nombre.
— ¿Con dos ges?
— Yo me llamo Germaine Giraudoux.
— Con dos ges también,
— Sí.
— Es gracioso.

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